Personal sanitario
Mónica Romero Fontao
(Responsable del Centro)
Logopeda | Colegiada 15/106
Maestra, especialidad de Educación Infantil. Máster en Trastornos del Desarrollo e Intervención Temprana. Experta en Terapia Orofacial y Miofuncional.
Antía Bermúdez Lodeiro
Logopeda | Colegiada 15/0891
Ciclo superior en Integración social
Beatriz Requeijo González
Logopeda | Colegiada 15/784
Máster en Estudios Avanzados sobre el Lenguaje, la Comunicación y sus Patologías.
Personal educativo
Mónica González Blanco
Psicóloga | Colegiada G-5359
Máster en Psicología Educativa: Desarrollo y Aprendizaje.
Ofrecemos apoyo
- Dificultades en el aprendizaje de la lectura y de la escritura.
- Dificultades en el ámbito escolar.
Desmotivación, falta de concentración… - Detección y apoyo en casos de acoso escolar.
- Dificultades en la interacción y en la comunicación social.
- Dificultades en el habla y en la articulación.
- Dificultades en el lenguaje.
- Presencia de disfluencias en el habla: bloqueos, repeticiones y/o alargamientos.
Disfemia o Tartamudez. - Alteraciones emocionales.
Baja tolerancia a la frustración, desorganización emocional, baja autoestima,… - Alteraciones de la conducta o del comportamiento.
Dificultades de atención, hiperactividad o inquietud motora... - Disfunciones de la zona orofacial: deglución atípica, respiración bucal, etc.
En coordinación con odontopediatras y otorrinolaringólogas/os. - Dificultades en la alimentación:
Sólidos, texturas, masticación,... - Deficiencias auditivas.
Hipoacusia, sordera. - Trastornos o retrasos en el desarrollo.
- Orientaciones académicas dirigidas a la adolescencia.
Carrera universitaria, ciclos formativos... - Asesoramiento y apoyo a las familias sobre el desarrollo de su hija o hijo.
Apoyo a la crianza.
En la infancia los diagnósticos se escriben con lápiz (Untoiglich, Gisela)
Algunas de las problemáticas señaladas anteriormente pueden venir acompañadas de diagnósticos como TEA, Autismo, TDA, TDAH, TEL,... pero no fueron incluídas en el listado a pesar de su frecuencia, porque nuestra experiencia nos hace ser prudentes en este aspecto, ya que las dificultades en la primera infancia son complejas y dependientes de múltiples factores, entre los que conviene incluír el entorno social, cultural, económico y natural en el que estamos inmersos, y no sólo la herencia genética. Tampoco podemos olvidar que en esta primera etapa contamos con una gran aliada que es la plasticidad cerebral, además de saber que las capacidades innatas van a desarrollarse en interacción con el entorno. Esto es clave para entender que una niño o un niña no está determinada evolutivamente desde que nace por su herencia genética, sino que buena parte de su evolución va a depender de la calidad de las relaciones que establezca con personas significativas. En base a todo esto, los diagnósticos deberían ser considerados simplemente brújulas que orienten nuestra intervención en cada momento, pero nunca etiquetas cerradas, invalidantes e inamovibles que determinen el futuro de nuestra infancia. Creemos en una intervención relacional, que centre la mirada en la niña y en el niño, y no en un diagnóstico, donde su futuro sea abierto y con muchas posibilidades de mejora.